viernes, 2 de octubre de 2009

Torretta mirando al más allá





Sin título se denomina el óleo sobre papel de un metro treinta por un metro con setenta que me invitó a entrar a disfrutar de la muestra en la Galería Holz de la calle Arroyo. Un autito blanco y rojo, uno de aquellos diminutos de los que se entraba por el frente, con una baliza roja en el techo en medio de un bosque grisáceo de árboles pelados, fríos en la noche. La imagen me remitió a David Lynch. Marcelo Torretta afirma que sus obras son abstractas, estoy de acuerdo. Es tan abstracto como David Lynch, para mi “Eraserhead”, “Mulholland Drive” e “Inland Empire” son películas abstractas.
Andrés Duprat escribe acerca de la abstracción de Torretta: Lo figurativo es una coartada concebida para representar lo irreprensentable y fijar los más abyectos fantasmas de desposesión de las imágenes. Es allí donde Torretta opera un mecanismo de abstracción porque, si bien mantiene el código de lo narrativo al modo de la tradición figurativa que lo origina, simultáneamente va despojando a sus imágenes de las connotaciones previsibles que ya resultan superfluas en la conformación de su universo pictórico. Algo semejante opera Lynch en las escenas que plasma sobre el celuloide o sobre el HD, en su última obra.
Marcelo nació en 1962 en Morteros, Córdoba. Es la primera muestra que veo de él, a partir de ahora comenzaré a buscarlo porque, como dice Gilles Deleuze, su sensibilidad sustancial estimuló mis moléculas.
Pueden admirarlo hasta el 10 de octubre en Holz, Arroyo 862, Buenos Aires.

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